JaviVázquez

A finales de julio de 2005, Igalia presentó dos recursos por vía administrativa denunciando respectivas licitaciones públicas del Servicio Gallego de Salud (SERGAS).

En aquella ocasión, se trataba de alquilar hardware y licencias de software por varios millones de euros, para migrar de entornos web Microsoft al colaborativo Sharepoint de la misma marca. Igalia recurrió porque estimaba que aquella licitación impedía de antemano considerar cualquier otra opción, fuera basada en Software Libre o incluso privativo.

La noticia tuvo cierta repercusión en medios on-line, como por ej. barrapunto. Tambíen nos llegaron algunas pocas felicitaciones por la osadía de denunciar a la sacrosanta Administración Pública, pero ninguna otra empresa quiso sumarse al recurso contra el principal cliente de TI en Galicia.

En la respuesta del SERGAS, la cual tenemos guardada con mucho cariño, se nos decían cosas como que el incluir software Windows con el hardware era “opcional”, o que se habían estudiado técnica y ecónomicamente otras opciones, pero que llevaban con sistemas Microsoft desde 1999 y era totalmente inviable plantear una migración a otra plataforma o tecnología.

No es de mi interés escarbar en el pasado. Al fin y al cabo Igalia, desestimó el continuar con un litigio por vía contencioso administrativa… Mi motivación para escribir este post es darle la razón a los responsables del SERGAS.

Sí, efectivamente, utilizar software privativo puede llegar a crear tal dependencia tecnológica que uno se casa una sola y única vez, sin alternativas de futuro ni posibilidad de cambio.

Espero que disfrutasen la “despedida de soltero” en 1999 porque, a gusto o no, por lo visto les tocará dormir con esta tecnología pase lo que pase y hasta que la muerte los separe.

Buena prueba de la fuerza y futuro de esta unión, más sagrada y duradera que cualquier matrimonio convencional, es el nuevo concurso público licitado hace unos días por el SERGAS:

653,140 € (seiscientos cincuenta y tres mil ciento cuarente euros) para la “Amplicación de licencias del portal corporativo para a intranet e a web para el SERGAS y la Consellería de Sanidade“.

El objetivo del concurso público es dotar de licencias por dos años a 4,000 usuarios del portal e intranet.

Yo, como buen romántico, no puedo sino emocionarme ante tal demostración de amor y respeto mútuo. Tras 8 años de intensa relación, los respectivos cónyuges renuevan sus votos con fervor y algo de más de cien millones de las antiguas pesetas.

Sin embargo, más allá del romanticismo y satisfacción por la citada pareja, como contribuyente, usuario del SERGAS y empresario local de las TIC, no puedo sino preguntarme:

• Y dentro de dos años, ¿otros 653,140 € por las licencias de uso de la intranet para 4,000 usuarios?
• ¿Cuál es el valor añadido que aporta pagar licencias? ¿Cuál es el beneficio que se genera para la industria TIC local?
• ¿Acaso no existen alternativas que no graven de tal forma las castigadas arcas de la Administración Pública, por ende bolsillos de los contribuyentes?

No queriendo dejar las preguntas en el aire, respondo: Sí. Ninguno, ninguno. Sí.

La terrible realidad es que la elección hace 8 años de una tecnología, implica en la actualidad gastar de forma ineficiente nuestros impuestos. La terrible realidad es que el SERGAS sufre una aceptada dependencia del fabricante, derivada del uso de software privativo, que le perjudica gravemente.

Y yo, nuevamente como contribuyente, usuario del SERGAS y empresario local de las TIC, pregunto: ¿se están analizando escenarios alternativos de futuro, o aceptaremos pagar otros 8 años lo que un fabricante de software ordene y mande?